Sinceramente y no es porque lo diga yo, pero el pollo esta para chuparte tus dedos y los del de al lado.
Dándo vueltas al coco, pensando en cual iba a ser la comida del día siguiente pensé en preparar unos cuartos traseros de pollo, pero no quería repetirme. Pense en hongos y recorde que hace poco compre un frasco de setas japonesas, envasadas al natural, de la clase shii take...y ¡plink! ya estaba resuelto: pollo, setas......y continue, ¡soja!, estupendo pero tenía que suavizar de alguna manera el potente sabor de la soja y me dije para mi mismo: cebollitas. Y ya estaba, lo básico se había reunido mentalmente ahora solo quedaba prepararlo. Y esta fue la forma:
En una cazuela grande (que cojan dos cuartos traseros de pollo), pongo aceite de oliva, por supuesto, salpimento las piezas de pollo y las doro en el aceite. Mientras tanto me habrá dado tiempo a pelar unas cebollitas (si no hay "francesas" valen las normales pero pequeñas).
Una vez dorado por ambos lados el pollo, incorporo el ajo y las cebollitas enteras y rehogo hasta que éstas cojan color. Pelo y corto una zanahoria que añado.
Unos minutos rehogando todo y añadimos medio vaso de vino blanco, un poco de perejil picado, 1 clavo de especia y salsa de soja (yo he puesto como una cucharada sopera y media).
Abro el frasco de setas, lo vacio del agua y las troceo (a la mitad) y también a la cacerola. Un poco de agua y dejo cocer.
No añadáis sal aún, la soja ya la tiene. Esperar hasta que este casi terminado y probais.
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