Cuando guiso cordero tengo el mismo problema que con el pollo, cada vez tengo una nueva ocurrencia en cuanto a la preparación. Esta es una de ellas:
Partimos de la base que el cordero es una carne que aporta por si misma un gran sabor, por lo que normalmente no es necesario cargarla de ingredientes. Para esta receta en particular hemos utilizado una paletilla, y así es como la he cocinado:
Pelamos y picamos finamente una cebolla mediana y junto con tres dientes de ajo lo he puesto a pochar directamente en la cazuela donde prepararemos el plato.
Cuando empiece a tomar color, salpimentamos los trozos de cordero y los ponemos a dorar.
Lo hacemos por ambos lados y vertemos el vino dejando que evapore un poco el alcohol. Añadimos 3 hojas de laurel, perejil picado, el tomillo (yo he utilizado del seco, mantiene bastante el sabor y aroma) y una ralladura de nuez moscada. Cubrimos de agua y dejamos cocer. Mejor quedarse un poco cortos de agua y añadir en caso de ir necesitando hasta conseguir una salsa.
Dependiendo del cordero variará en algo el tiempo de cocción. Para este caso han sido necesarias 2 horas y media. Faltando media hora para finalizar incorporamos la zanahoria en rodajas y las puntas de esparrago. El resultado ha sido el siguiente:
Ingredientes:
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1 paletilla de cordero en trozos grandes
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1 cebolla mediana
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3 dientes de ajo
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2 zanahorias
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10/12 puntas de esparragos trigueros
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media cucharita de cafe de perejil picado
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1 cucharadita de cafe de tomillo seco
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nuez moscada
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3 hojas de laurel
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pimienta
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sal
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1 vaso de vino blanco
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